sábado, 27 de agosto de 2011

Otro descubrimiento maravilloso que no lo es

Otro descubrimiento maravilloso que no lo es

¿Habéis oído hablar de Aidan Dwyer? Lo mismo no, dejadme que os copie unos titulares de la prensa española:

La historia viene a ser ésta. Un chico tiene que hacer un proyecto de ciencias, se da un paseo por un bosque para pensar, y se le ocurre cómo sacar más energía de los paneles solares al observar cómo están orientadas las hojas de los árboles. Tras inspirarse en la naturaleza, recupera un modelo matemático del siglo XIII de Leonardo de Pisa alias Fibonacci, lo usa para construir un modelo de árbol con células fotovoltaicas orientadas en diversas direcciones, y comprueba que funciona mejor que los paneles tradicionales.

Impresionante, ¿no? Veamos qué resortes nos toca esta noticia para que estemos dispuestos a creernos algo que parece demasiado bueno para ser verdad:

  • El adolescente genial e inocente.
  • Culto a la naturaleza.
  • Reaprovecha conocimientos antiguos.
  • Es una idea fácil de entender.
  • Es algo útil.
  • Es un tema de moda.
  • Jolín, si es que hasta Fibonacci, el matemático mencionado, es "amistoso"; se le suele vincular con la razón áurea, un número relacionado con el arte, nada que ver con matemáticas aburridas. O sí, claro.

Seamos sinceros, los científicos tienen/tenemos un problema de imagen; al público le parecen unos listillos pedantes que se gastan cantidades enormes de dinero en cosas que no se entienden, y nos encanta que les enmienden la plana. Cualquier artículo que diga que un experto se lo tiene que replantear todo deja un buen sabor de boca.

Así que cuando leemos sobre un chaval que ha descubierto que cambiando la orientación de los paneles solares se puede producir desde un 20% hasta un 50% más de energía, lo queremos creer. Seguro que a los expertos en energía solar nunca se les ha ocurrido eso de orientar los paneles, qué coño sabrán ellos.

Pero lo que revela el incidente es el pésimo nivel de nuestros periodistas científicos. Aquí nadie habla con un experto antes de publicar una noticia que a todos nos hace desconfiar. Me pregunto durante cuánto tiempo habrá gente que al ver paneles solares orientados paralelamente piense que están mal montados y que se hace así porque hay una conspiración para que la energía fotovoltaica no funcione bien.

(Cambiando de tema, los paneles fotovoltaicos de tercera generación ya tienen una eficiencia del 45%. Vale que son carísimos y que en la práctica lo que se sigue usando son los paneles de primera generación, que sólo aprovechan alrededor del 8% de la luz, pero esto va mejorando poco a poco.)

El fallo de Aidan fue medir el voltaje de su árbol, en vez de su potencia (queremos los paneles solares para generar energía, no voltios). Resulta que, al usar un voltímetro sin carga, lo que estaba midiendo en realidad era el voltaje de la célula mejor orientada. La mayoría de sus células estaban peor orientadas que con el método tradicional, pero lo más probable es que alguna de ellas estuviese muy bien orientada hacia el sol, y era esta célula la que determinaba el voltaje medido (mientras no se usase la electricidad para nada). Aquí lo explican bastante bien, aunque está en inglés.

Es posible que ahora Aidan esté avergonzado al ver que todo el planeta se dedica a explicar por qué hizo mal su proyecto, pero yo apostaría a que está cabreado con el primer periodista que empezó esta avalancha mediática de verano: "Mira que ya le dije que mi profesor de ciencias me había explicado el error, pero ese capullo quería un titular que vendiese". Pasa de todos, Aidan, tu idea era buena y merecía mirarse.

domingo, 21 de agosto de 2011

El motor de agua

Hace poco tuve una charla con alguien que todavía cree en el motor de agua. A mí me sonaba que esto estuvo de moda allá por la crisis energética de los 70, cuando yo era muy niño, y apenas recordaba nada, así que por pura curiosidad estuve googleando un poco para enterarme. Y bueno, he encontrado tantas cosas absurdas que me entraron ganas de escribir un articulito organizándolas.

Para no confundirnos, aclaremos que un motor de hidrógeno es un motor de explosión que usa hidrógeno en vez de gasolina; y que una célula de hidrógeno produce electricidad pero no es un motor. Las células de hidrógeno y los motores eléctricos son muchos más eficientes que los motores de explosión. Estas cosas funcionan, pero no son motores de agua. Un motor de agua usaría agua como combustible, no hidrógeno.

Primera sorpresa: sigue habiendo en Internet bastante gente que habla del motor de agua como si pudiese funcionar, pero no hay absolutamente ningún debate. Si visitas una página "en contra" del motor de agua, se hablará de química y de entropía. Pero en las páginas "a favor" sólo hay conspiranoia sobre las empresas petroleras, y de la más chusquera.

La segunda sorpresa ha sido descubrir que en realidad ha habido cientos de inventores del motor de agua, cualquiera diría que esta tecnología cuenta con una poderosa industria antes de existir. Veamos algunos casos de errores, estafas, manipulaciones, y otras confusiones:

  • Entre los conspiranoicos hay ganas de hacer creer que esto del motor del agua es tan sencillo que ya se inventó en 1807 (lástima que eso sea un motor de hidrógeno). He aquí una buena lista con 31 inventores que supuestamente inventaron motores de agua, pero yo he buscado un poquito sobre los primeros, los del siglo XIX, y no he visto que inventasen nada por el estilo (parece que el motor de agua se convirtió en el Santo Grial de la ciencia durante el siglo XX). También es curioso que haya tanta gente convencida de que las referencias de Julio Verne (1828-1905) al hidrógeno les justifican.
  • Albert Elder von Filek le vendió a Franco el secreto de la gasolina en polvo 1 2. Aparecieron cosas en el BOE y en los periódicos, hasta que se dieron cuenta de que aquéllo era un timo y enchironaron al austríaco. En realidad, hay formas de producir gasolina sintética a partir de carbón, como el proceso Bergius, pero son ruinosamente ineficientes, y Filek no pretendía usar carbón, sino agua.
  • Stanley A. Meyer se convirtió en el prototipo de inventor asesinado por las fuerzas del mal. Un día estaba comiendo cuando de repente se puso a gritar "¡Me han envenenado! ¡Me han envenenado!". Y pocos minutos después moría de un aneurisma cerebral. Dejando al margen la cuestión de cómo un veneno podría causar un aneurisma, Meyer tenía un buggy en el que decía haber instalado una célula de combustible de su invención. El problema es que él fue la única persona que consiguió hacer funcionar su invento, y un tribunal le condenó a devolver 25.000 dólares a unos inversores; por si hubiese dudas, la sentencia decía "gross and egregious fraud".
  • Francisco Pacheco, Bolivia 1943, y otros cuantos inventores. Entre otras cosas inventó una cortadora de césped que no funcionaba, evidencia indiscutible de que producía tanto hidrógeno que se ahogaba.
  • Jean Chambrin Francia 1975 y Paul Pantone EEUU 1998, el segundo condenado por fraude.
  • Wang Hongcheng China 1984, inventó la forma de convertir agua en un líquido inflamable. Ya me contarán por qué un país pobre, comunista, y dependiente de energía ajena le condenó a 10 años de cárcel en vez de explotar su invento (o cualquier otro invento occidental).
  • Cuando Martin Fleischmann y Stanley Pons anunciaron el descubrimiento de la fusión fría en 1986, aparecieron varios fraudes de tipos diferentes.
  • Ramar Pillai India 1996, descubrió que el agua mezclada con un orujo de hierbas puede impulsar motos.
  • Patrick Kelly, Idaho 2006, consiguió convencer a unos inversores para que le dejasen 400.000$ con los que desarrollar un motor de agua, pero lo que hizo fue gastárselos en ponerse una fuente en su casa y financiar la tarjeta de crédito de su hija de 12 años.
  • John Kanzius EEUU 2007. Estaba buscando un remedio contra el cáncer cuando descubrió que si se irradia una muestra de agua con una cantidad brutal de ondas de radio, algunas moléculas de agua se rompen y el hidrógeno y el oxígeno se vuelven a recombinar, formando una llama. La idea básica no es demasiado original, inyecta mucha enegía de alguna forma en el agua y acabará saliendo algo de energía en otra forma.
  • Daniel Dingel, Filipinas 2008, cuando le mandaron a la cárcel por estafar 380.000$ dijo que le quitasen lo bailado (tenía 82 años).
  • Mohotti Arachchilage Thushara Priyamal Edirisinghe, Sri Lanka 2008, estafador profesional que engañó a un montón de incautos, y a uno de ellos le quitó más o menos 1.104.693,72 rupias.
  • Tareq Abu-Hamed, Universidad de Minnesota 2008, sigue investigando lo del boro, ver más abajo.
  • Genepax Japón 2008, ya han construido un coche de demostración, pero les está costando encontrar inversores, quizás porque no explican cómo funciona.
  • Stone Charles Luther Europa 2009.
  • Jordi Freixas Mataró 2010. Añade agua al combustible para mejorar el rendimiento del motor, con lo que recuerda al motor de Chambrin; lo de "motor de agua" lo dice el periodista porque tiene que usar un títular corto, y así vamos creando leyendas.
  • Masahide Ichikawa Japón 2011, ha inventado una motocicleta que funciona con agua de mar. Supuestamente usa un calentador de energía solar para evaporar el agua, con lo que se deposita sodio metálico, y al mezclarlo con agua se genera hidrógeno.
  • Otros nueve inventores de rarezas sobre agua y energía. También está la sonoluminiscencia, pero, como siempre, se inyecta más energía en los ultrasonidos que la que sale en forma de luz ultravioleta.

Ya me he cansado. Pero de verdad, creo que no exagero cuando digo "cientos".

Mención aparte merece Arturo Estévez Varela, el "inventor en España" del motor de agua, en 1971. La verdad es que, tras haberle visto en videos, me cae bien este extremeño, porque no engañó demasiado a nadie; por ejemplo, explicaba que su invento no era un motor de agua, sino un generador de hidrógeno, y que el hidrógeno se usaba luego en un motor de explosión convencional. Hacía sus demostraciones usando una moto y un botijo; primero bebía del botijo para demostrar que contenía agua, luego llenaba con él el depósito de la moto, echaba sus pastillas con el aditivo secreto de forma que todo el mundo le viese echarlas, y hala, a correr. Si después de esto alguien insistía en pensar que aquello era un motor de agua, pues allá él.

No es que Estévez fuese un modelo de transparencia; nunca explicó qué eran esas pastillas negras que echaba en el generador. La opinión generalizada es que era boro, que reacciona con el agua para producir óxido de boro e hidrógeno, con lo cual en vez de motor de agua lo que habría inventado sería, si acaso, un motor de boro. No es que esto sea malo, el problema es que el motor de boro no puede competir con los motores de gasolina por las siguientes razones:

  1. El precio del boro. Cito de http://www.lamentiraestaahifuera.com/2010/01/07/el-absurdo-motor-de-agua/: "El problema es que se necesitan 45 litros de agua y 19 kg de boro para producir 5 kg de hidrógeno que proporcionarían una autonomía semejante a la de un tanque de 40 litros de gasolina o gasoil. El precio de esos 19 kilos de boro rondaría los 95.000$ (unos 68.000€) mientras que el equivalente en gasoil sería unos 40€". En realidad se puede encontrar boro en diversas formas. Imaginemos que el generador de hidrógeno pudiese funcionar con boro amorfo (pero esto lo digo yo, porque Estévez usaba pastillas negras en vez de polvo marrón, y vista la diferencia de precio debía de tener una buena razón). El caso es que el kilo de boro amorfo se puede conseguir por 1,40€ si compras un mínimo de 20 toneladas; así que en vez de importar dos litros de petróleo que cuestan unos 0,34€ cada uno en origen (el resto son impuestos), pasaríamos a importar un kilo de boro que cuesta 1,40€ en origen. Pues vaya.
  2. La contaminación. El óxido de boro contamina bastante más que la gasolina 1 2; el problema es que forma ácido bórico, un conocido insecticida. Actualmente dedicamos un 45% de todo el petróleo a producir gasolina; eso son 5.700 millones de litros al día, que podíamos sustituir por unos 11 millones de toneladas de boro al día, que producirían unos 35 millones de toneladas de óxido de boro al día.
  3. Las reservas mundiales de boro son 10 millones de toneladas, así que nuestros coches podrían funcionar durante un día antes de acabar con todo el boro del planeta.
  4. El coste energético de producir boro es mayor que la energía que libera. Además, la mayor parte de la energía se convierte en calor al oxidarse el boro, al motor llega menos de la mitad de la energía.

Así pues, usar boro en vez de gasolina no es rentable ni económica ni energética ni medioambientalmente; además, es inviable e insostenible, no hay suficiente boro. Si hiciese falta buscaríamos más depósitos de bórax, pero suele ocurrir que la extracción en minas pequeñas es más cara que en las minas grandes (las que explotamos ahora). Y podríamos encontrar formas de reciclar el óxido de boro para producir boro, pero cualquier procedimiento que haga esto gastará al menos tanta energía como la que se produce al oxidar el boro; ¿de dónde sacaríamos esta energía? De hecho, si tuviésemos esta energía, probablemente sería más eficiente usarla en coches eléctricos. Aquí explican por qué hacerlo con aluminio y galio sería mejor que con boro, aunque tampoco esto funciona.

Muchas páginas conspiranoicas dicen que don Arturo "desapareció sin dejar el menor rastro", pero en la primera página de resultados de google se encuentra un video de uno de sus hijos explicando que murió con 82 años. Parece ser que fue el mismo Franco quien, tras un estudio del Colegio de Ingenieros Industriales, le dijo a Estévez que dejase de hablar del asunto, porque "ya se había hecho bastante el ridículo". Estévez, que venía de una familia de posibles pero se había gastado nueve millones de pesetas de la época en su invento sin que nadie le hiciera mucho caso, desapareció de la vida pública. A lo largo de su vida registró unas 100 patentes, pero ninguna de ellas estaba relacionada con el invento que le hizo famoso.

Tercera sorpresa, los conspiranoicos no tienen ni idea de lo que es una patente:

  • Las patentes, como su propio nombre indica, son documentos públicos; es decir, si está patentado no es secreto, y si es secreto no está patentado. Por ejemplo, he aquí las patentes de Meyer: 5149407, 4936961, 4826581, 4798661, 4613779, 4613304, 4465455, 4421474, 4389981; todas ellas son variantes cada vez más enrevesadas de la idea de separar el agua en hidrógeno y oxígeno por electrólisis, y luego volver a juntarlos para obtener energía, así que no valen nada, pero supuestamente hay gente capaz de matar para ocultar estos documentos.
  • Las patentes caducan al cabo de 20 años; a partir de entonces, todo el mundo puede hacer lo que quiera con ese invento.
  • Se puede patentar una idea, sin tener que construir nada ni demostrar que funciona. Es decir, el que algo esté patentado no quiere decir que funcione.
  • El que un invento tenga una patente vigente no quiere decir que no puedas hacerte uno en casa para investigar; simplemente quiere decir que si vas a explotarlo comercialmente tienes que ponerte de acuerdo con el inventor.
  • Hay oficinas de patentes que aceptan todo sin leerlo. Si quieres patentar algo impatentable, bien porque es la rueda y no la has inventado tú, o bien porque es algo tan ridículo como la forma de balancearse en un columpio, lo único que tienes que hacer es ir a la oficina de patentes adecuada.

Cualquier persona que diga algo del tipo de "los malos compraron la patente y la escondieron" refiriéndose a algo que ocurrió antes de 1990 no está haciendo un gran esfuerzo por ser objetivo: las patentes no se pueden ocultar, así que cualquiera puede ir a la oficina de patentes más cercana y pedir una copia de la patente, que podrá usar libremente porque ya han pasado los 20 años (ojo, tendrá que darle datos suficientes a los trabajadores de la oficina, decirles "busco un invento fabuloso" no será suficiente).

Para acabar, mencionaré mis razones para pensar que nunca ha existido un motor de agua:

  • Si empiezas con agua y acabas con agua, los principios de la termodinámica aseguran que no puedes obtener energía. Un motor que usase sólo agua y acabase produciendo agua sería un móvil perpetuo.
  • Si fuese posible lo sabríamos; ¿alguien se cree que algo tan sencillo que supuestamente ya se hacía en el siglo XVIII se pueda guardar en secreto en los tiempos de Wikileaks? Por un lado nos dicen que hay personas redescubriendo el motor de agua cada año, pero por otro lado ninguno de estos genios sabe manejarse en Internet.
  • Hay bacterias que viven de extraer energía de reacciones químicas realmente exóticas, pero todavía no ha aparecido una bacteria que extraiga energía simplemente del agua. Quizás la única forma de hacerlo es usar el hidrógeno en un reactor de fusión.
  • ¿Cómo es posible que haya asociaciones ecologistas como Greenpeace que se dedican a chinchar todo lo que pueden a las empresas petroleras, y sin embargo no se ocupan de resucitar el motor de agua?


  • Si las malvadas empresas petroleras se estuviesen tomando tantas molestias para ocultar el motor de agua, ¿cómo es que han dejado que el 21% de la energía generada en España sea eólica y el 5% fotovoltaica? ¿A lo mejor no saben que los coches eléctricos se podrán recargar con energía eólica? ¿Cómo se explica que los países comunistas tampoco tengan sus motores de agua?




martes, 16 de agosto de 2011

Enlaces a páginas de problemas

El País está vendiendo una enciclopedia de matemáticas. En total son 30 libros, y cada semana aparece un título nuevo en los kioskos. Para promocionar esta oferta, cada semana ponen "el desafío" en la portada de El País Digital y sortean una enciclopedia entre todos aquellos que manden una solución correcta (las soluciones aparecen los martes y los problemas los jueves). Ahora en agosto han interrumpido este ritmo, simplemente han dejado de una vez los problemas de cinco semanas y ya se corregirán los deberes en septiembre. Conseguir la enciclopedia sería un problema, porque a ver dónde la uardo, pero los problemas son realmente bonitos y están muy bien seleccionados, echadles un ojo aquí.


Por otro lado, me han pasado la dirección de una página con problemas chulos: Acertijos y enigmas de ingenio. A continuación os copio los tres problemas que más me han gustado (posiblemente porque eran nuevos para mí).


  • Un pastelero recibe tres cajas de caramelos opacas. Una de anís, otra de menta, y la tercera con una mezcla de las dos. Todas etiquetadas con su respectivos nombres. Más tarde recibe una llamada del proveedor diciendo que todas las cajas están mal etiquetadas. ¿Cuántos caramelos de cada caja deberá sacar como mínimo el pastelero para saber cuál es el contenido real de las cajas?
  • El señor Norberto Ferrero padece una extraña enfermedad (conocida como " sindrome de Ferrero ") que hace que todos los días deba tomar dos pastillas, una del tipo A y otra del tipo B. Estas pastillas son exactamente iguales en peso, color, sabor, olor, tamaño, forma.. de modo que es imposible distinguirlas externamente y, sin embargo, es vital que Norberto se tome una pastilla de cada tipo cada día. Por eso, el señor Ferrero, muy organizado él, guarda las pastillas del tipo A en un pastillero marcado con la letra A y las pastillas del tipo B en un pastillero marcado con la letra B. Cada día, echa una pastilla del tipo A y otra del tipo B en su mano y se las traga. Pero hoy, después de echar la pastilla del tipo B, ha echado por accidente dos pastillas del tipo A en su mano, de modo que tiene 3 pastillas y no puede distinguir cual de las tres es la del pastillero B. Para colmo de males, Norberto no quiere simplemente tirar las pastillas y coger otras dos, pues son unas pastillas muy caras. ¿Qué debe hacer para tomar ese día y los días siguientes una pastilla de cada tipo sin equivocarse y sin desperdiciar ninguna? Pensadlo, no es un juego de palabras ni una tontería y aunque parezca imposible se puede hacer.
  • El señor y la señora Mancha celebraron una fiesta en sus casa, a la que asistieron otras cuatro parejas. Cuando llegaron a la fiesta, algunos de los invitados (incluyendo a los señores Mancha ) estrecharon su mano con otros, pero naturalmente nadie le dio la mano a su pareja. Durante la cena, el señor Mancha preguntó a cada una de las otras 9 personas con cuántas había estrechado su mano. Sorprendentemente recibió 9 respuestas distintas. ¿A cuántas personas estrechó la mano la señora Mancha? ¿Y el señor Mancha?