Recientemente tres amigos míos han publicado libros, así que voy a hacerles un poquito de publicidad gratuita.
Una cosa que recuerdo de "Fotocópiame las pelotas" es cómo me miraba la gente en el metro mientras yo me partía de risa y pensaba "esto no tiene ninguna gracia".
A pesar de lo que pueda parecer, Mario no es un psicópata; al revés, cuando nació era un tío estupendo y una bellísima persona. Es simplemente que tuvo un trabajo malo en el que aprendió a odiar a sus clientes y que le convirtió temporalmente en un misántropo. Luego tuvo otro trabajo peor, luego otro que no os creeríais, y luego otro tan impeorable que no se lo creyó ni él. Pero esto fue sólo el principio. Cuando estuvo tan alienado que temió perder el sentido de la realidad, empezó a escribir un diario en Internet para desahogarse. Luego se inventaron los blogs, y resultó que Mario ya tenía uno hecho. Años más tarde ha seleccionado algunas de sus entradas para publicarlas, y de esta forma ha salido algo que parece un diario de cuando estuvo trabajando vendiendo cámaras de fotos en una conocida tienda.
La vida de Mario es como una caja de bombones: nunca se sabe qué mierda le va a explotar en las narices, pero podemos apostar a que le ocurrirá algo humillante e innecesario. En realidad no hay trama, el libro es una sucesión de episodios reales contados con gracia, pero tan estúpidos que por separado resultan desesperantes y juntos te convencen de que el mundo necesita más arsenales nucleares. En una ocasión tras otra, Mario es agredido por la falta de sentido común de sus vecinos, clientes, jefes, o compañeros de trabajo; a veces consigue devolver la pelota, pero no se hace ilusiones, sabe que siempre tuvo perdida su guerra contra la humanidad y su idiotez. El diario acaba cuando liga con una compañera de trabajo y deciden escaparse del trabajo y hacerse sus propios jefes. ¿Final feliz? No sé, es triste observar que toda esta mierda y estos sueldos seiscientoseuristas ocurren entre 2002 y 2004, que pasarán a la historia como los años de la abundancia antes del catacroc.
Imprescindible para todos aquellos a los que les guste el humor ácido y grosero, las historias de trabajos basura, los personajes perdedores, o que necesiten revolcarse en el cieno del absurdo existencial.
Trailer publicitario. Las 30 primeras páginas. Otras reseñas: Sergi Puertas, Salva Dávila, Els llibres del Senyor Dolent, 20 minutos. Para comprar: Editorial Mi Cabeza.